¿Qué ortodoncia escoger?
¿Es mejor usar brackets, ortodoncia lingual o Invisalign?
No hay ninguna técnica 100% mejor que todas las demás.
Brackets de metal, cerámica o zafiro, brackets u ortodoncia lingual, ortodoncia invisible Invisalign… cada una de las técnicas será óptima en función de las particularidades de cada caso concreto.
Corresponde al dentista tomar la decisión correcta, evaluando las ventajas e inconvenientes de cada una de las técnicas, las características y detalles de tu caso, sensibilidad bucal, duración del tratamiento, relevancia del aspecto estético, presupuesto, etc.
Ortodoncia fija: brackets
De metal, cerámica o zafiro, ningún otro sistema es tan potente y tan barato, pero…
Brackets de metal
Brackets de metal (acero inoxidable, etc) de alta calidad.
Su ventaja principal es que son los más eficaces en casos muy complejos, y además los más baratos. Los hay en versión autoligable (Damon, etc), y también con elásticos y gomas de colores.
Su principal problema es que son muy antiestéticos y resultan incómodos, no pueden retirarse, son difíciles de limpiar, producen heridas, etc.
Brackets estéticos de porcelana o zafiro
Brackets más disimulados, menos visibles…
Brackets de plástico o porcelana, que vienen en color blanco opaco.
Brackets de zafiro, translúcidos (semitransparentes). Existen también arcos metálicos recubiertos por plástico blanco.
Resultan menos antiestéticos, pero siguen siendo incómodos, no pueden retirarse, son difíciles de limpiar, producen heridas, etc.
Brackets linguales
Brackets linguales, no visibles desde fuera. Los brackets linguales se ocultan detrás de los dientes y por eso son “invisibles” cuando sonríes. La técnica de ortodoncia lingual más avanzada es el sistema de la marca Incógnito.
Son invisibles, sí, pero están ahi, resultan incómodos, no pueden retirarse, son difíciles de limpiar, producen heridas, etc.
Ortodoncia removible: Invisalign
Alineadores plásticos invisibles, cómodos y removibles
Ortodoncia invisible y removible… ¿cómo funciona?
Invisalign, Spark, Clearcorrect,… sustituyen los brackets convencionales por alineadores o férulas de plástico transparente, que se adaptan como si fueran una funda en ambas arcadas, superior e inferior. Una sóla férula, desde luego apenas hace nada. El movimiento se consigue colocando una serie de alineadores, uno detrás de otro. Como en los fotogramas de una película, cada uno de ellos tiene una pequeña diferencia respecto del anterior que hace que la película avance. A medida que la película avanza, los dientes se mueven hacia la posición final. La película termina cuando consigues el resultado deseado.
Es muy importante que un ortodoncista realice periódicamente y de forma presencial un control del proceso. De esta manera te puede dar las indicaciones necesarias para que todo fluya correctamente.
Actualmente hay ofertas en el mercado de “alineadores en casa” (“do it yourself”). No los aconsejamos ni para los casos más sencillos. Siguiendo con el ejemplo de las películas, el tráiler promete mucho, pero la película puede acabar muy mal.
Las ventajas de los alineadores son brutales: no sólo son transparentes sino que además son removibles, ¡ puedes quitártelos para comer ! (Qué no darían los pacientes con braquets para poder quitárselas por lo menos para comer). Los alineadores resultan mucho más cómodos, no producen llagas ni heridas, puedes lavarte bien los dientes, tienes menos visitas al ortodoncista y además las visitas son más cortas,…
En definitiva, un tratamiento con alineadores vale la pena porque es mucho más razonable: Es cierto que entre no llevar nada y llevar alineadores,
es mejor no llevar nada, eso está claro. Pero entonces tu problema no sólo sigue ahí, sino que empeora (ya te habrás dado cuenta que el paso de los años no hace más que empeorar tus dientes). Visto así, puestos a llevar algo, los alineadores son mucho más razonables. La estética desde luego, es muy buena, pero curiosamente lo que más valoran los pacientes es la comodidad de poder comer sin nada en la boca, como siempre. Esto sí que es un lujo.